NIGHTRAGE
«Wearing A Martyr’s Crown»
(Lifeforce Records)
Desde el lanzamiento de su primer disco «Sweet Vengeance» en el año 2003, Nightrage estuvo en boca de medios de prensa y de seguidores del Death Metal melódico por lo muy bueno que resultó su debút en cuanto a composiciones y producción, pero además por la participación de dos grandes nombres de la escena sueca como Tomas Lindberg (At The Gates) y Tom S. Englund (Evergrey), ambos en la parte vocal, este último como invitado.
Luego llegaron «Descent Into Chaos» (2005) y «A New Disease Is Born» (2007), este último ya sin Lindberg en las voces, quien fue reemplazado por Jimmie Strimell, y con un sonido más moderno que no colmó las expectativas creadas luego de dos muy bien recibidos trabajos previos.
Finalmente, y con una formación completamente renovada a excepción de su fundador, el guitarrista griego Marios Iliopoulos, Nightrage vuelve al ruedo con «Wearing A Martyr’s Crown», su cuarto LP de estudio. Tal como el propio Iliopoulos había adelantado en diversos anuncios, nos encontramos ante un disco que encuentra favorablemente una combinación entre el sonido más reciente de la banda y el de sus raíces, enfocándose mayormente en este. Sí señores, Nightrage volvió a su costado más melodeath para el deleite de los amantes del género!.
Ya desde el inicio, «Shed The Blood» se encarga de demostrar que este será un gran disco gracias a la muy buena performance del nuevo vocalista Antony Hämäläinen, los excelentes riffs de los guitarristas y la contundente base de Anders Hammer (bajo) y Johan Nunez (batería). Es difícil destacar un track por sobre el otro, ya que todos van por el mismo sendero de agresión y melodía con un gran nivel, incluyendo algunas guitarras acústicas en el caso de «Futile Tears»
Los nuevos integrantes de Nightrage lograron acoplarse muy bien a lo que quería su fundador y lanzan un disco sólido, compacto, y con una calidad más que suficiente para devolver la confianza a quienes la estaban perdiendo.
Para más info: www.nightrage.com
Jorge Patacas.
